domingo, 22 de mayo de 2011

Siempre suya.

Escribo. Escribo para volcar. Respiro. Extiendo mi brazo y toco. ¿Qué toco? No hay nada.
Miro por la ventana: azul. Y me pregunto como transformar mis emociones en vacío.
Para no sentir.
Cierro los ojos. Me alejo… vuelvo. Utopías.
Ese vacío no consiguió llenarme. El alejarme no me acercó y las emociones son más… grises.
Grises: sus ojos. ¿Sus ojos grises? Su alma.
Su alma, mía, cerca. Suya.
Siempre suya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario