sábado, 7 de mayo de 2011

Fideos con caldito.

Y en la calamidad de mis días me fortalezco.
Me percato de mí.
Camino inhalando lágrimas (oh tears), exhalando superación. Madurez.
Qué basura!
Y decidí conservar sólo aquellas sonrisas y rayos de sol,
pies en el pasto, perros saltando, helados, calor,
fideos con caldito.
Pero no esas inolvidables noches... olor a luna.
Porque si las recuerdo: las deseo.
Deseo que jamás hayan terminado...
Y terminaron, viste.
Terminaron.

1 comentario:

  1. Muy bueno.

    ¡Brindo por las noches con olor a luna y que vivan en nuestro recuerdo!

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