lunes, 8 de agosto de 2011

Fuiste.

  1. Nunca fuiste una piedra.
    Fuiste siempre un viento frío,
    una flor amarilla seca,
    una lágrima traviesa,
    un Sol de mediodía.

viernes, 27 de mayo de 2011

Cinco segundos.

Todas esas calles húmedas, desoladas...
el marco perfecto para un cielo gris.
Deambulando en círculos, peregrinándolas
por no querer volver a mi mansión marchita
algo estaba a punto de quebrarse dentro mío (dentro).
Un caballo se me acercó ingenuo de todo
lo acaricié justo en su enorme nariz marrón tus ojos, con manchitas rosadas y blancas
(y yo pensaba: "qué hermoso, qué dulce")
como por cinco segundos
se alejó y seguí caminando...
Sonreí todo el camino.

domingo, 22 de mayo de 2011

Siempre suya.

Escribo. Escribo para volcar. Respiro. Extiendo mi brazo y toco. ¿Qué toco? No hay nada.
Miro por la ventana: azul. Y me pregunto como transformar mis emociones en vacío.
Para no sentir.
Cierro los ojos. Me alejo… vuelvo. Utopías.
Ese vacío no consiguió llenarme. El alejarme no me acercó y las emociones son más… grises.
Grises: sus ojos. ¿Sus ojos grises? Su alma.
Su alma, mía, cerca. Suya.
Siempre suya.

viernes, 20 de mayo de 2011

Salvo el crepúsculo, fragmento.

"Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás."
Julio Cortázar.

Siete domingos.

De acá para allá,
de acá para allá...
Últimamente mi semana tiene siete domingos.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Diáfana soledad.

La indiferencia se magnifica.
Como un óleo borroso, nos perdemos.
Nos mezclamos entre la gente de diferentes ciudades.
Confundimos las calles
y el Sol nos ciega.
Nos perdemos.
Diáfana soledad.